tierra cielo aire fuego en la arcadia

andanzas de celestina

Premio Arte y Pico

Mi querido lector y blogger Ulysses me invita a participar de este "premio" por el cual en una especie de bola de nieve debo recomendar siete blogs y aquí van

1- Juan Cruz
2 - Alias Dada
3- Con esta boca en este mundo
4 - Peces descartables
5 -Susana Espíndola
6 -La cordobesita de la luna
7-Nina Franco

mariposa oriental

el campo en otoño

un sendero con flores de romero la lata de leche nido de la que asoma un malvón mi madre protesta los moños desatados el vestido blanco impresentable pero la abuela me dice yuyerita pone sobre mis brazos rodajas de papa para el exceso de sol aloe en los raspones de las rodillas cada brizna tiene su secreto en el jardín los tamarindos entregan sus hojas agridulces para calmar la sed y la ruda a un lado de la casa aleja la mala conversación al mismísimo oscuro si hace falta yuyerita hay que pedirle permiso a las plantas para que entreguen su virtud cortarlas con la mano fuerte en el nombre de san juan esa higuera es tu árbol de nacimiento yuyerita una velita roja y tres deseos cada año a sus pies

la ciudad en otoño

arden juntos los cuatro tirantes de la familia de maría la media sombra que puso elmer sobre el pastizal una muñeca rubia que el éxodo no alcanzó a rescatar el tránsito la escolta policial astillas de palabras desacato inmigración 300 efectivos que vuelvan a su país algo habrán hecho mercado central sale en la tele el diariero el vendedor de chipá y un taladro de mastines rastrillando el paisaje el cartel que reza la matanza avanza



el desalojo

verde que te quiero verde

el verde avanza...

en viaje...estación zárate

cadáver exquisito con Lore en el hipódromo

observar en el sesgo de la mirada

pliegues rastros contorsiones de la memoria

risas contraídas y el sudor de los animales en el aire pesado de la tarde

células emergiendo burbujean historias detrás de los álamos y plátanos que bordean las pistas
el ojo que vislumbra
desmoronándose la última luz alumbraba el pelaje del animal absurdo que somos
en el furor de las ansias como sueños o ensoñaciones
atrapadas en fotografías
la memoria del cuerpo roto de un cuaderno
el rumor de estas fotografías en sepia
que la luz no devora que el fuego no
revoloteo de sonrisas avispero enrojecido

una perla que arrastra sales y moluscos animales fósiles adheridos a su peso valva sellada envuelta en sí levedad y caladura surcar los canales de una ciudad remota en una chalana de madera el pueblo líquido está muerto o ausente nadie escucha sólo arrastran sus vestidos en el lodo nadie quiebra el paso el plan previsto llevan cámaras de fotos cestas para el picnic niños con sombreros de paja que protegen del sol la tarde es amarilla sobre los techos de palma algo se agita debajo del torrente manso de las aguas y no es ese disco impávido el eje de la tierra

es la anunciación y los gorriones andan por la casa de a dos revolotean por la sala y se detienen en las lámparas o sobre la mesa del comedor despiertas como si no mediara un espeso telaje entre ambos universos aun quedan algunos ecos de la noche disueltos en el aire una callecita empedrada una campana de bronce llamando a oración un poblado pequeño que podría ser san telmo ciudad vieja o bahía la luz de las fogatas sobre los adoquines en las esquinas un repique de tambor las negras voluptuosas como inmensas palmeras tu mirada baja los labios atareados en un ave maría

a meri siempre le brillan los ojos como si acabara de llorar mira con asombro como su gata briqueta a través de la ventana meri cose porque la abuela cose telas a lunares festones parches con hilos de color cuando la abuela llama desde la pampa hay debajo de sus párpados dos hojas de gomero lustradas por la lluvia cuando meri llama desde buenos aires chila vuelve a verla sentada en un banquito de madera vistiendo a la muñeca con un retazo de pañolenci azul

por recalde pasan los reyes magos tal vez no en camello sino mas bien en un tordillo pardo enjaezado como para las fiestas mayas esta vez la menor de las niñas aguarda dibujando con tiza bajo el sol abrasador de la siesta a que ocurra el milagro para qué poner pasto se pregunta si todo es campo cielo y alambrado hasta donde la vista se pierde y no tendrán calor con esa ropa se pregunta la niña mientras el zumbido de las moscas es el único signo vivo debajo de la parra quién lava la ropa de los reyes sigue rumiando nancy las otras dos la miran fastidiadas cosas de chicos piensa gladys subida a sus nueve años

dos muñecas rubias y una negra el abuelo juan escondiendo paquetes en los techos los pasteles y los vestidos nuevos que la madre terminó de coser bajo la lámpara de querosén todo eso duerme en la memoria ajeno a los dolores de cabeza de febrero esa rigidez de la nuca los mareos el viaje inútil a la capital esa pequeña caja blanca en el cementerio de olavarría

un perfume a jazmines que no cesa y ya se vislumbra el camino de piedras rojizas que lleva hacia el convento siempre la misma brisa sobre la cara los pies descalzos llevar tonsura el camino vestido de plátanos el banco de mármol sobre el que gustas sentarte con vista a las huertas el pequeño mirlo que demasiados maitines te ha mirado de lejos y ahora se acerca con creciente confianza a comer de tu mano

flores en la ciudad

otoño en la ciudad y el perfume de los puestos de flores

ahora

todo es promesa en el jardín el gorjeo levísimo de una semilla abierta a la luz la lluvia por venir

feliz cumple sara!!!

Los 86 de Sara Bianchi en el Museo del Títere

el jugo oscuro de la zarzamora escurriéndose en la boca hablo con la señora del espejo le cuento del ala de mariposa que encontré bajo la piedra y ella ríe con sus labios violáceos su vestido verde la mano hacia atrás se alimenta de polen igual que las abejas o de los frutos rojos del ligustro de enfrente quiere que vaya más allá del reino al otro lado de la calle una ofrenda de frutos y bolillas del paraíso para permitirme el paso

el jardín delante de la casa el silencio de la siesta en un pueblo de provincias