
Antídoto contra el mal de amores:
Mañana:
si se despertó luego de un mal sueño, no se inquiete...ponga música suave, remolonee un poco en la cama, lea, después sí, póngase lo más bonito que tenga y tómese un cafecito en un bar cercano: libros, un cuaderno, algo de música y el perro. La angustia va pasando, ve? no era tan difícil.
Mediodía:
Palermo es un buen lugar para reunir amigos que vuelven de las vacaciones. También para hacer amigos nuevos. Cómprese algo lindo en la feria, que no sirva para nada pero que sea bello.
Tarde:
Una recorrida por las librerías de la calle Corrientes no viene mal, acompañe a sus amigos a donde sea que tengan que ir, si ud. tiene la suerte de tener amigos de la especie de los de quien suscribe la llevarán a lugares versátiles e interesantes.
Noche:
Visite a una amiga que cocine rico. Y que siempre tenga cosas buenas para contar. Y que tire runas y tome cada uno de sus problemas con humor. Tomen vino blanco con la cena y ríanse hasta que salten las lágrimas. En estos casos siempre es bueno llorar un poco.
Y ya que la noche está tan hermosa y ud. se esmeró tanto para vestirse con la misma ropa que el día en que el ausente entró en su vida, salgan a tomar una cerveza o un café, a ver "gente" como decían las abuelas cuando se sentaban al fresco. En una de esas, encuentra alguna cosa interesante para recrear la mirada, recibe algún piropo, cosas que nunca vienen mal.
Madrugada:
Vuelva a su casa y dele una vueltita al perro que pobre al final pasó solito todo el día y es el único que está ahí siempre aunque nunca le haya prometido nada. Revise sus correos, escriba aunque sea un recetario imposible como éste y caiga rendida en su cama, aproveche el sommier en diagonal y tenga lindos sueños que como dice Spinetta "mañana es mejor"