la madrugada cierne su rocío ante el círculo de fuego
tajos sobre el insomnio
aullido seco de quien reúne las preguntas de la soledad
cómo no insistir en esa fe desmesurada
de la niña que reza en cada túmulo
mientras
su madre asea frenética el blanco rostro de la muerte
los bronces familiares cuelgan en racimos dorados
y es una placa más la que nunca llegó y duerme
entre las hortensias que bordean el río paraná
cada pequeña es mi cuerpo
cenizas del futuro
la tierra fértil de todo desencuentro
con mis propias manos entierro la semilla ígnea
trazo un manto de lluvia sobre el campo sembrado
muda sombra
rueda que me rueda sobre el eje del mundo
sábado, julio 21, 2007
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3 comentarios:
despues de nieves,quemas varios,encuentros extraños,
finalmente la tirra madre
que casi ni se movio
despues del salto.
jn
Hola preciosa Que mirada tan dulce tienes, es digna de un ángel tan bello como vos!
jfrancisco70@hotmail.com
la tierra madre, la pacha que nos nutre querido jn, hay que confiar en eso, siempre
jfrancisco: gracias por el piropo,nunca están de más
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