El primer paraíso fue en el paraná
ardió en invierno
sus ramas acosaban la casa
vuelvo a la orilla madreselva padre
barba del diablo sangre de mi sangre
hilo terco que sostiene con faroles de papel la tristeza
el cuerpo cedido a las abejas a su rumor sordo
la miel del cuerpo vertida en el agua
la ceniza
agua que sube
el último paraíso es apenas un gajo
a dos palmos del suelo
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