Sigo rumiando laberintos, pasan los días y ya, mañana es Iemanjá. Hablábamos de las ventanas que me obsesionaron durante todo el año y que estoy siempre a un paso de abandonar. Ahora la imagen de la casa y el laberinto se funden y nos imaginamos un libro con dormitorios con ventanas.
Lo que aún no tiene forma.
La casa ligada a esta idea de poner el cuerpo, la fuerza, la transpiración.
La casa y Cortázar.
La casa y las Habitaciones de Louis Aragon.
También han sido días de rearmar la casa real, la de todos los días y de desarmar por ahora la mochila-casa rodante de los viajes.
Alguien en Bahía hará una ofrenda por mí.
Alguien en Valizas hará una ofrenda por mí.
Limpiaré el altar y pondré jazmines.
Soñaré con mi casa del mar.
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