el jugo oscuro de la zarzamora escurriéndose en la boca hablo con la señora del espejo le cuento del ala de mariposa que encontré bajo la piedra y ella ríe con sus labios violáceos su vestido verde la mano hacia atrás se alimenta de polen igual que las abejas o de los frutos rojos del ligustro de enfrente quiere que vaya más allá del reino al otro lado de la calle una ofrenda de frutos y bolillas del paraíso para permitirme el paso
el jardín delante de la casa el silencio de la siesta en un pueblo de provincias
3 comentarios:
Labrys que hermoso escribes: Una ofrenda para permitir el paso, es necesario dar para recibir.
Saludos y un abrazo.
PD. me volvi un adicto a este blog
siempre así querido amigo
pactando con ángeles o sirenas
gracias
siempre será bienvenido!
graxias x agregarme mar, tmnb estas entre los mios/los de todos en realidad. muy bonito. placer visitarte
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