Iba por el sendero de las hojas muertas un viento frío desalentaba la marcha y aún así soñaba niñoalmendra conocer la cueva del centauro la última vez pudo oír un repiqueteo de cascos hacia el este como buscando el sol toda clase de historias contaban en el poblado fantásticas y crueles componían la silueta de quien soñó ser caballo para poder ser libre y se olvidó de su voz
(sanadora violeta susurró la canción de su nombre sobre la ceniza)
1 comentario:
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