Tres cucharadas de leche de perra para que se le forme el estómago y santo remedio. Elvira dio las gracias y envolvió al Tomasito que aún berreaba en la manta de lana.
Perdiz chiflando, cielo goteando rumió Doña Berta y mandó a la hija a juntar el tendido.
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Perdone Tata pero hoy no sigo deslizó la vieja.
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