El cuerpo al borde de otra marea
Barco que no sabe de la pupila herida tras el fino rubor de mirar
Ves ondular los álamos plateados contra el vidrio del sol
su ligero vaivén voz en el viento fuente o grifo quimera
de otra estación
Toda agua primordial será dada más allá de los puentes
Madera apenas vislumbre en la nieve
un gozne de herrumbre gira sobre sí
Destila el sudor de enero
Un pálido gesto ahuyenta la inscripción de los días
Es la mañana
El rayo azorado de su propio reflejo
3 comentarios:
De rayos azorados va la poesía a veces, como la vida.
En ese reflejo somos la sed que nos construye. Pupila que sana en aguas redentoras.
Celebro tu poesía, celebro tu vida, Mar.
Feliz año nuevo chino.
Un abrazo con aire serrano.
Me encató tu poesía...
el cuerpo al borde de otra marea, eso quiero. exactamente eso
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